lunes, 30 de mayo de 2011

ARTE Y TÉCNICA EN LOS SIGLOS XIX Y XX. PIERRE FRANCASTEL (Trabajo personal)

El arte abstracto, abarca la arquitectura y las demás artes. Existen dos corrientes muy diferentes de este arte. Una se basa en el dominio de lo inefable y de la intuición, y la otra en la creación de formas nuevas.
Diversos comentaristas del arte abstracto, coinciden en afirmar que la principal característica de éste arte es el rechazo de cualquier recurso al mundo visible. A partir del 1860, el artista puede inventar libremente a merced de las circunstancias unas formas nuevas y libres, dependiendo de sus necesidades de expresión.
Seuphor, nos explica que para realizar pinturas o esculturas, ahora no se debe encontrar ninguna referencia de la realidad observada. El hombre interior del artista ya es libre y puede reproducir inmediatamente su obra, sin tener referencia de las cosas o la realidad sentida. El auténtico artista no debe ni inventar, ni referirse a nada, manifiesta un mundo incomunicable que lleva en él.
El artista abstracto ya no está ligado al objeto. Ahora tiene la facultad de situar libremente los planos en el espacio y a unas distancias y niveles no regidos por la imitación. Los medios y las formas se adhieren a tal punto al impulso creador del artista, que quedan transfigurados en realidades nuevas.
En las obras de Kandinsky podemos detectar su estudio del color, y sus formas geométricas rígidas. Este arte es un existencialismo que encierra las fórmulas del idealismo.
La obra literaria de Proust, nos informa que el “Yo vive solo y su única tarea es crear”. Lo que nosotros podemos llamar realidad, simplemente es una proyección hacia la nada exterior de la imagen de nuestra esencia íntima.
El arte abstracto de Kandinsky, es un testimonio de una corriente intensa y muy viva, pero de una corriente tradicional, y no nueva. Se trata de un lucha de la intuición contra la razón, puesto que no se puede sostener a un tiempo que el arte contemporáneo deba materializar la pura proyección de la realidad, y que no exista otra realidad más que la que se halla en la mente.
El arte es la capacidad del hombre de crear, de ordenar voluntariamente el ámbito de sus sensaciones.
En nuestra época, el esfuerzo del artista consiste en la creación de nuevas formas, y el verdadero problema es saber si esas formas son la expresión intelectualizada del mundo real o de un universo de imágenes interiores.
El interés del arte actual, es introducir en el mundo de las formas ciertos elementos inéditos. El arte abstracto es la expresión  intelectualizada del mundo incorpóreo, y no de la realidad concreta, no corresponde a la sensibilidad de todos los artistas.
Para André Bloc, la meta del arte es la invención de las Formas, y la imaginación sigue siendo el valor esencial del arte nuevo. Precisa que la meta del arte innovador consiste ahora en sustituir una deformación sistemática del arte figurativo por la creación de formas en sí mismas.
Para Dewasne, el arte abstracto lleva en sí mismo sus técnicas. Cree que cualquier efecto de los elementos plásticos para crear una tercera dimensión, nos llevan a la mentira, puesto que engendra una tercera dimensión cuando el cuadro es solo de dos. El color es el único que respeta la verdad, ya que él por si solo destaca o se aleja al colocarlo en el lienzo.
El artista tiene el mismo derecho que el científico a cambiar la faz de la tierra, ya que el arte es un realismo constructivo. El humano es creador, y a la vez creación.
Robert Delauney, intuyó que la deformación de los objetos no resulta únicamente de una elaboración esquemática y lineal de la idea abstracta que el artista toma del mundo exterior, sino del análisis profundo de las leyes físicas de la luz. Se plantea el arte abstracto en función de una creación en actos de formas artísticas. Ahora, el arte abstracto nos revela que en el mundo actual resulta inaceptable creer en la existencia de una realidad en la que el artista, estaría situado como ante un modelo.
Una obra de arte, es precisamente una obra y no un símbolo. La característica primordial del arte es encarnarse en la materia. La obra de arte es un acto.
Encontramos el arte, en el momento que una persona de muestra capaz de retomar un boceto y transformarlo en una obra completa, al límite de las experiencias.
El color, el ritmo y la materia, son ahora las características del nuevo arte. Loso impresionistas fueron los que liberaron el color, aunque debemos preguntarnos si ellos tenían el mismo concepto del color que tenemos hoy en día. Se asoció al color, la expresión de una forma llamada natural y correspondiente a la división perspectiva y simbólica del espacio.
Gauguin, nos enseñó a crear un nuevo tipo de color a partir de extensas superficies planas de un tono puro que se extiende sin manifestar el tono local del objeto. El color es capaz de sugerir lo real sin llegar a reproducirlo.
La pintura de principios del siglo XX, nos convierte al cuadro en un sistema que posee sus propias leyes y que permite el reconocimiento de la Naturaleza, ya que el artista inventa una composición que a nivel intelectual despierta en la mente una serie de sensaciones asimilables a las que se experimentan ante el mundo.
El rasgo más característico de la pintura moderna, es la capacidad de articular planos y manejar volúmenes en un espacio sustraído a las leyes de la perspectiva mononuclear. El cubismo utilizó el color con el fin de sustituir el tema figurativo del objeto. El color es capaz de informarnos de la distancia, da profundidad sin necesidad de recurrir a sombras.
Una composición era hermosa, si existía un equilibrio entre llenos y vacíos, manchas oscuras y claras, o entre líneas rectas, quebradas o curvas. Todo debía reposar en una composición estricta de valores muy diferentes pero ajustables a una unidad mensurable.
Desde hace cincuenta años, la forma no está siempre generada por el reposo, sino que ahora lo hace también en movimiento. Ahora, el equilibrio ya no se encuentra en la inmovilidad, sino en el movimiento. La estabilidad, nos implica en la creencia de la nitidez de un trazo.
En el mundo actual, el movimiento se ha convertido en una experiencia íntima para el hombre, donde la técnica realiza disociaciones y síntesis de la materia. El ritmo no es necesariamente simétrico.
La materia, no se trata sólo de una forma determinada de utilizar materiales propios de cada técnica tradicional, sino de una doble innovación.
El artista es capaza de crear la materia que le resulta necesaria para expresarse. Desde que el artista es capaza de crear su propia materia, éste le atribuye a su materia cualidades en lugar de explotarla. Cuando nos referimos a una técnica, se refiere a un conjunto de actividades mecánicas del hombre. El arte, es siempre técnico. 

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